sábado, 19 de octubre de 2013

EL NUEVO GULLIVER


Película escrita y dirigida por Aleksandr Ptushko, uno de los cineastas más afamados de la historia del cine ruso. Su dedicación casi exclusiva al cine de animación, durante su primera etapa, y al género fantástico, le valieron comparaciones con Harryhausen, Willis O´brien o el propio Disney. Entre 1928 y 1932, Ptushko se dedicó a la animación trabajando al servicio de otros directores. Durante esta época, desarrolla y perfecciona varias técnicas, entre ellas la de combinar animación e imagen real, que culminaría más tarde en el presente título. Parece ser que El Nuevo Gulliver fue todo un éxito y que a raíz de él los estudios Mosfilm le permitieron formar su propio departamento dedicado a la producción de cortometrajes stop motion. Entre 1936 y 1938 realizaron catorce cortometrajes, seguidos de un segundo largometraje, Zolotoy klyuchik (The golden key), en 1939, que sería la última incursión de Ptushko en el género. Novyy Gullivyer fue el fruto de tres años de trabajo. Alrededor de 3.000 (1.500, según otras fuentes) marionetas fueron empleadas en la producción de la película, lo que de una buena idea de la complejidad y de las dimensiones del proyecto. Las marionetas estaban provistas de cabezas intercambiables para dotarlas de mayor expresividad. Los personajes principales tenían entre dos y tres centenares de cabezas distintas.

Novyy Gullivyer o "El nuevo Gulliver" (Aleksandr Ptushko, 1935). La historia es por todas conocido, aquel capitán de barco que llega a zonas pobladas de gente pintoresca. La versión soviética son 72 minutos centrados en el viaje a la isla de los enanos en Lilliput con algunas características propias del país que la vio nacer. La película comienza con (atención: SPOILER) un colectivo de pioneros, presumiblemente de la organización Vladimir Lenin, que realizan una labor colectiva (y de paso, una crítica a la competitividad) para reconstruir un barco abandonado. Gracias a ello la alegría también se colectiviza y se premia con la lectura de Los viajes de Gulliver (Jonathan Swift, 1726). Uno de los niños, el compañero Konstantinov, se queda dormido y sueña que es él el propio capitán. En su llegada a Lilliput como montaña que habla, descubre un régimen monárquico de explotación donde el rey es una marioneta de los capitalistas mientras el pueblo trabaja en una fábrica subterránea en condiciones infrahumanas. A partir de ahí, la ayuda inestimable del niño Gulliver facilita el levantamiento popular (y armado) contra el poder establecido.

Una película para niños muy bien realizada técnicamente para ser de 1935. Por un lado, el mensaje de arrimar hombro con hombro al inicio de la película para posteriormente defender el concepto de "pueblo culto" (proletkult) la hacen necesaria para comprender el concepto de sociedad infantil que se intentaba defender y poner en práctica tanto en la URSS como en el resto de países socialistas gracias al movimiento de los Pioneros. Por otro, el uso de más de 3.000 marionetas para representar a los habitantes de Lilliput. Recomendable especialmente para personas adultas que nunca dejaron de soñar. A fin de cuentas, el autor de la obra original quiso retratar lo peor de la condición humana en esta obra tantas veces adaptada, de modo que la revisión soviética se puede considerar personal a la vez que fiel.

martes, 15 de octubre de 2013

Visitad estos hermosos lugares







Otro video interesante, esta vez en  brasileño.


Encontramos esta versión de los Tres Cerditos en sombras de la maestra Mª Jesús Buzón García. Aquí teneis el video: